Nada más nacer, iniciamos la más esencial de nuestras funciones vitales: inhalamos y exhalamos aire por primera vez. Vamos a repetir esa acción tan sencilla y prodigiosa veinticinco mil veces al día, todos los días de nuestra vida, sin pensar en ello. Vivir es, en primer lugar, respirar.
Quienes nos cuidamos y cuidamos a los demás sabemos que el primer lugar en el que podemos vivir mejor es nuestro propio cuerpo. Cada vez somos más conscientes de su importancia y le dedicamos tiempo, mejoramos nuestros hábitos. Lo cuidamos para vivir mejor. Y se puede vivir mejor si respiramos bien.
Se nos olvida este principio tan básico porque no tomamos conciencia del aire que nos rodea excepto cuando nos falta o cuando nos agrede. Entonces querríamos escapar donde pensamos que el aire es más puro.
Imaginamos espacios abiertos, naturalezas en las que ponernos a salvo. Sin embargo, el bienestar no siempre está fuera o lejos: tenemos derecho a procurárnoslo en la ciudad, entre semana, en nuestros trabajos, centros de estudio o de salud, en los edificios que habitamos gran parte del día: merecemos respirar bien.
En Grupo Aire Limpio, ponemos nuestros recursos, nuestra energía, nuestro saber hacer y nuestra capacidad de innovación y vocación de excelencia para crear entornos saludables y respetuosos con el medioambiente que nos permitan respirar bien a diario. Gracias a la ciencia y las tecnologías de última generación, garantizamos espacios incluso más benéficos que las naturalezas a las que nos gusta escapar. Arquitecturas en las que poder resguardarse todos los días, edificios que nos acogen y cuidan de nosotros mientras trabajamos. Edificios en los que podemos confiar. Los que nos cuidamos merecemos ser cuidados.
Los edificios que tienen nuestra impronta son construcciones conscientes, saludables, sostenibles y confortables que nos permiten respirar ligero y despreocuparnos. Garantizamos la mejor calidad del aire para mejorar nuestra calidad de vida, un cuidado esencial y sostenido en el tiempo para todas las personas que habitan los espacios que avalamos. Un cuidado diario, invisible y silencioso, que nos permite vivir mejor. Un cuidado que empieza en uno mismo y se extiende, desde dentro hacia afuera, al cuidado del medioambiente. Gracias a equipos y sistemas diseñados para ahorrar energía, a servicios que garantizan un consumo eficiente y sostenible, aspiramos a reducir al máximo la huella de carbono de los espacios construidos en los que intervenimos: queremos un planeta en el que todos podamos respirar bien.
Entra, inspira, espira, da comienzo a tu día. Toma conciencia de cómo el aire circula, entra y sale de tus pulmones, despacio, liviano; cómo te calma y te da fuerza para empezar. Ahora, puedes hacer lo que te propongas; tienes mayor claridad, más ganas de compartir, hacer, construir, pensar, crear. Te sientes ligero, optimista. Vives mejor.
