Al mismo tiempo y tras un periodo de inestabilidad económica, con aumento de los tipos de interés, inflación persistente y un estrangulamiento de la financiación, la situación actual parece de nuevo propicia para los edificios de oficinas, especialmente para aquellos bien ubicados y con excelente calidad.
De hecho, las tasas de ocupación de ese tipo de inmuebles premium se están recuperando en las principales ciudades europeas y norteamericanas.